Tarde o temprano, las renovaciones serán necesarias en cada edificio. Pero, ¿cuál es la mejor manera de proceder con las renovaciones? ¿Merece la pena prepararse con el cambio grande y llevar a cabo una renovación total? ¿O es ventajoso mejorar solo selectivamente en una renovación parcial?
¿Tiene sentido una renovación total si se debe realizar una renovación parcial?
Al renovar totalmente una casa, se realizan intervenciones profundas en el tejido del edificio. En el caso de una renovación parcial, el objetivo principal es actualizar. En la práctica, sin embargo, los límites entre renovación total y renovación parcial son fluidos. Si se debe considerar una renovación parcial o total o una renovación en caso de necesidad depende de varios factores:
¿Dónde hay necesidad de renovación total?
Las piezas de construcción y los aparatos tienen diferentes ciclos de vida. Por ejemplo, mientras que una caldera dura de 20 a 30 años, los techos de tejas duran fácilmente de 40 a 50 años. En cualquier caso, es aconsejable un examen sistemático del estado de los componentes y dispositivos. Además, consulta a profesionales para que te ayuden con tus intenciones de renovación. Si tienes la intención de vender la casa algún día, factores como el potencial de mercado también deben tenerse en cuenta en tus consideraciones para una renovación total, además de la calidad de los componentes y equipos.
Sigue las reglas generales
Con vistas a una posible venta o un aumento de valor, los profesionales de CrearSur recomiendan las siguientes reglas generales:
- Buen tejido de construcción y buen potencial de mercado = renovación total (aumento del valor de la propiedad).
- Buen tejido de construcción y bajo potencial de mercado = renovación parcial (retención de valor o ligero aumento en el valor de la propiedad).
- Estructura de construcción deficiente y buen potencial de mercado = Sustitución del nuevo edificio.
- Estructura de construcción deficiente y bajo potencial de mercado = solo inversiones que sirven para el uso posterior del edificio.
Evitar los parches
Cualquiera que renueve solo las necesidades básicas en y dentro de la casa durante años y décadas no se está haciendo ningún favor. El parcheado daña el edificio y su valor más de lo que beneficia. Incluso si duele menos a la billetera: las renovaciones en las que solo se renuevan las superficies, tarde o temprano no son suficientes para mantener una casa en buen estado.
La renovación total al final sale más barata
En el caso de las intenciones de renovación total, la casa siempre debe considerarse como un todo, como un sistema general. Por lo tanto, no vale la pena instalar un nuevo sistema de calefacción más eficiente energéticamente si está mal aislado. El edificio tendrá después grandes costos de gasto energético.
Por el contrario, las ventanas nuevas y más densas cambian las condiciones en la física de la construcción, lo que debe tenerse en cuenta en el aislamiento de fachadas. Si se ha identificado la necesidad y las circunstancias financieras lo permiten, una renovación total es más barata y mejor que una renovación parcial: si el pintor recibe un solo pedido para cada habitación, esto finalmente costará más que si vuelve a pintar completamente toda la casa. Además, una renovación total permite la coordinación del trabajo y la introducción de nuevas piezas o equipos de construcción.
Uso de subsidios para renovaciones
En el caso de proyectos de renovación total o renovación parcial, puedes beneficiarte de varios subsidios y ayudas del estado. Sin embargo, deben cumplirse ciertas condiciones para ello. Por ejemplo, para las contribuciones del programa de construcción, la envolvente del edificio en su conjunto (ventanas, paredes y techo) debe renovarse. Muchas comunidades autónomas también conceden subvenciones para renovaciones de edificios energéticamente eficientes. Tales consideraciones también deben tenerse en cuenta en la cuestión de la «renovación o remodelación parcial o total».
Distribuir los proyectos de renovación a lo largo de varios ejercicios fiscales
En términos de tecnología fiscal, es ventajoso si los proyectos de renovación se extienden durante varios años. De esta manera, la progresión fiscal puede romperse. Sin embargo, es aconsejable proceder de acuerdo con un concepto estratégico y planificar etapas apropiadas con precisión y con clarificación de las consecuencias de cada medida.
¿Vale siempre la pena una renovación en casos muy dañados o de ruina?
La respuesta es no. Si los importes estimados superan los gastos de renovación. Aunque se aumente hasta un 70% del valor de una propiedad, se debe considerar un nuevo edificio de reemplazo en casos muy dañados o de ruinas. Se deben esperar imprevistos durante los trabajos de renovación. Esto puede aumentar los costos.
Componentes y dispositivos que se reemplazan
Renovación parcial
- Electrodomésticos como cocina, nevera, horno, extractor de humos, lavavajillas, lavadora, secadora.
- Grifos.
- Cerraduras, sistemas de cierre.
- Revestimientos de paredes y suelos de textiles y plástico.
- Pintura interior.
- Trabajo de pintura externa en lugares expuestos (carpintería exterior cada cinco a diez años).
Renovación total
- Todas las medidas de la lista de reformas parciales.
- Suministro sanitario completo y eliminación (Tuberías de abastecimiento y alcantarillado) incluidos aparatos sanitarios (bañera, cuencos, lavabos) y tuberías de gas.
- Instalaciones de cocina.
- Sistema de calefacción.
- Medidas de mejora relacionadas con la energía.
- Instalaciones eléctricas (al menos adaptación a las nuevas normativas de seguridad e instalación).
- Envolvente del edificio: pintura exterior, posiblemente aislamiento, techos planos, techos de tejas (reacondicionamiento, posiblemente revestimiento, aislamiento de los espacios del techo, etc.), ventanas, plomería, entorno, accesos, puertas y portones exteriores.
Conclusión
Siempre ponerse en manos de profesionales y arquitectos para valorar las posibilidades de renovación, cuál de ellas deberá hacerse conforme al estado del edificio y sus instalaciones, costes extra, trámites, presupuesto. Valorar todo muy bien antes de tomar la decisión final.
