¿Por qué discuten tanto las parejas?

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Muchas parejas suelen enfadarse por varias razones, además en la convivencia diaria surgen desencuentros que pueden generar conflictos y discusiones.

Una de las razones por las que más se pelean las parejas es por la batalla de poder. «Uno quiere tener la razón sobre el otro y de manera, casi siempre, inconsciente se convierten en adversarios. Ocurre sobre todo cuando la confianza es extrema y se entra en un juego casi como de competición. Se generan egos y cada uno trata de empoderarse sobre el otro, lo que resulta muy estresante», dice Enrique Vázquez, psicólogo especializado en terapias de parejas.

Otra de las razones es la falta de simetría. «Si desde el principio, por ejemplo, uno es detallista y dice cosas bonitas, también espera que el otro lo sea. Son cuestiones que se cuidan bastante al comienzo de una relación. Sin embargo, con el tiempo se pierde esta actitud, aunque el que era detallista lo siga siendo pero mucho menos. Se produce una asimetría en la relación y se acostumbra a la pareja a un estado no natural. El que tenía detalles echa en cara al otro que ya no es detallista y surge la pelea», explica Enrique.

Hay personas que ponen el éxito profesional por encima del tiempo de pareja y esa disonancia también puede ocasionar un conflicto.

Muchas parejas discuten por la familia política, ya que algunos comentarios de los suegros suelen enfrentar a las parejas. Un dato muy curioso es que estas discusiones coinciden con temporadas de navidad y verano.

Si no quieres discutir con tu pareja por el dinero es importante crear unas reglas iniciales sobre cómo queréis llevar la parte económica. Debéis elegir cuentas separadas o hacer un fondo común, no hay un modelo mejor que el otro.

Las discusiones con respecto a los hijos son inevitables, por eso la pareja debe ponerse de acuerdo sobre temas fundamentales como la educación, los permisos y los límites.

Muchas parejas deciden no continuar con la relación por los celos, ya que cuando los celos se vuelven exagerados acaban destruyendo la relación. Se tienen que establecer muy bien los límites.

Un estudio realizado por la agencia ‘One Poll’ encuestó a 2.000 adultos británicos para conocer las razones por las que más discuten las parejas.

Los investigadores descubrieron que algunos matrimonios discutían por los temas del cuidado del hogar, como no sacar la basura o no fregar los platos. También por los malos hábitos, es decir, fumar o ir dejando las cosas tiradas por la casa.

Incluso, por no apagar las luces de casa, dejar la tapa del inodoro levantada y no guardar los platos que ya se han fregado. El dato más relevante del estudio es que un 56% de las encuestadas pensaban que estaban haciendo la mayor parte del trabajo de la casa.

Otro de los motivos de conflicto es el tiempo que se pasa pegado al móvil. Los expertos explican que para que una relación funcione es fundamental la confianza, el respeto, la sinceridad y la comunicación sincera.

Si habéis tenido una discusión tremenda, no es aconsejable crear barreras. «Si tu pareja se acerca a ti y solo nota rechazo, probablemente se abstenga de dar su brazo a torcer en el futuro», explica la psicoterapeuta Rachel Saussman.

«Es mejor que le expliques que en ese momento aún no estás bien para que te dé unas horas de reflexión en lo sucedido», dice la experta.

«Sabemos que es difícil, pero uno de los dos debe evitar subir el tono o gritar más fuerte que el otro. Debemos intentar hablar siempre en forma positiva. Lo más probable es que tu pareja también recobre la calma y se pueda continuar tranquilamente la conversación», explica el periódico digital Okdiario.

Muchas personas recurren a la terapia de pareja porque un profesional te puede aportar otro punto de vista, escuchar, resolver el conflicto y, sobre todo, hacer que la relación sea más fuerte.

Los profesionales de Psi, psicólogos explican que en esas sesiones la pareja se puede comunicar y resolver sus problemas, para sentirse mejor consigo mismo y con el otro.

Esta terapia no es exclusiva para una relación problemática, sino para todas las parejas, porque con ella se puede evitar el deterioro del compromiso sentimental.

Varios estudios han comprobado que la mayoría de las parejas que acuden a estas sesiones mejoran su estado de ánimo y también experimentan mejoras en su salud.

Lo principal en terapia es enseñar a: empatizar con el otro, saber escuchar, atender y cuidar la relación de pareja, resolver los conflictos, aprender a comunicar lo que sentimos, huir de la dependencia emocional, saber qué le ocurre realmente a tu pareja e intentar entenderlo, etc.

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