Cuando hablamos de decoración o de reforma en nuestra casa, automáticamente se nos viene a la cabeza casas viejas que necesitan cierto tipo de arreglos y cuidados porque han pasado una mala época y necesitan un remodelado a fondo.
Muy pocos saben, no obstante, que decorar una casa influye muy positivamente en la salud mental, y vamos a emplear este artículo en ofrecerte pequeños consejos sobre qué podrías hacer en casa, tanto por tu propia cuando como con ayuda de un profesional, para sentirte más a gusto allí.
Cuando hablamos de decoración, ¿de qué estamos hablando?
Nuestra casa se convierte, a lo largo de nuestra vida, en nuestro refugio, en un espacio que ha de hacernos sentir a salvo y tranquilos. En un espacio donde poder respirar tranquilos y en el que poder sentirnos a gusto, aunque simplemente estemos tirados en el sofá. Y es que es el espacio, junto con nuestra zona de trabajo, en el que más tiempo vamos a pasar. Solo por eso, crear y mantener un entorno agradable para nosotros y los nuestros en ella va a conseguir, irremediablemente, que nuestra salud mental se vea influenciada positivamente por ello.
Pongamos un ejemplo práctico muy sencillo de entender: ¿cuántos de nosotros viviríamos a gusto en una casa que tiene tiestos y muebles por todas partes? ¿Cómo nos sentimos más a gustos y tranquilos, en una casa a rebosar de cosas o en una en la que tengamos un espacio diáfano y abierto en el que poder caminar sin que tengamos que apartar las cosas constantemente?
Todos sabemos la respuesta, pero pocos nos atrevemos a hacer el cambio que nuestro cuerpo necesita realmente.
Y es que, cuando hablamos de decoración, no hablamos de una reforma –ni integral ni parcial– de nuestra casa, ¡sino de cambios interiores! Nos referimos a cambiar el color de las paredes, cambiar los muebles de sitio, cambiar los muebles por otros diferentes, hacer una redistribución de salas y de espacios… de ese tipo de cosas que, en un principio, puede sonarnos verdaderamente laborioso y agotador pero que, en realidad, nos dan una satisfacción plena y una tranquilidad mental inigualable.
Hablamos también, por ejemplo, de colgar ciertos cuadros, de convertir nuestro salón en un salón-biblioteca… ¡Existe un enorme número de posibilidades!
¿Es necesario? ¿Cómo influye la decoración interior de una casa en la salud mental?
Vayamos por parte: la salud mental es el tipo de dolencia más común y, a la vez, de la que más ignoramos en nuestra época, ¡pero es igual de importante su tratamiento como el de una enfermedad en el riñón, por nombrar una! Puede que incluso más, y ahora voy a explicarte el porqué.
La salud mental engloba todos aquellos males emocionales, psicológicos y sociales que puede presentar una persona en cualquier etapa de su vida –niñez, adolescencia, adultez o vejez–. No estamos hablando tan solo de enfermedades como la “esquizofrenia”, la “bipolaridad” o el “TDAH”, ¡en absoluto! Hablamos de enfermedades olvidadas y TAN importantes como la ansiedad y el estrés.
Para que te hagas una idea, según los estudios se estipula que, en este último año, nueve de cada diez ciudadanos (de entre 18 y 65 años) ha sufrido de estrés, ya sea de manera recurrente o continua. Los factores que lo originan suelen ser muy, muy diversos –educativos, familiares, sociales, laborales, económicos, responsabilidades varias, traumas del pasado…–, y la mayoría de las veces, si bien no todas, deberían ser tratadas por expertos psicológicos.
¿Sabes cuál es el problema? Que solo un 10% de la población se ha planteado alguna vez acudir al psicólogo para tratar temas de este tipo, porque acudir a la consulta del psicológico suele relacionarse con la típica excusa de “yo no estoy loco”. Normalicemos las visitas a los psicólogos, esos expertos en la salud tan necesarios.
Y normalicemos también el cambio de decoración de nuestra casa para conseguir un mejor estado de ánimo. ¿Sabes por qué? Porque las personas que redecoran su casa han sido testigos de cómo esto –centrarse en otras labores que despejen su mente, darle un lavado de cara a su casa y ver cómo esta se adapta a una apariencia que le guste más– ha ayudado a la mejora de su estrés y de su ansiedad.
Consejos para ayudar a aliviar tu estrés redecorando tu casa
Nosotros no vamos a hablarte de la luz, del espacio o del color. Puedes encontrar cientos de artículos en internet para hacerte una idea de todo ello.
Nosotros queremos que lleves la decoración de tu casa mucho, ¡mucho más allá! Queremos que no lo veas tan solo como la oportunidad de ver tu hogar de forma diferente, ¡sino una forma de hacer lo que siempre has deseado y nunca has hecho!
Nos explicamos:
- ¿Te gusta el verde más que el blanco? Pero nunca te has atrevido a pintar así las paredes porque no pensabas que pegara con tus muebles. ¡No tengas miedo, hazlo! ¡Da el paso y arriésgate! No hay mayor liberación para la mente que atreverse a hacer cierto tipo de cosas que llevas toda tu vida queriendo hacer y que nunca has hecho. ¡Suéltate la melena y atrévete con ese color que siempre has soñado! No porque pegue con los sofás, ¡sino porque te gusta!
- ¡Cuelga ese cuadro que tanto te gusta! ¿Qué más da que solo te guste a ti? ¿Acaso la casa no es tuya? ¿Qué más da que los demás piensen que es un espanto? Coge la taladradora, abre un agujero en la pared y cuélgalo, ¡y que el mundo diga lo que quiera!
- ¡Salte de la moda! Así que ese estilo japonés, o rupestre o hippie –o cual sea que te guste a ti– ¡no es lo que se lleva en este momento! Y encima los demás no están de acuerdo, porque vas a dar la nota. ¡Coge una revista, ponte a mirar muebles de ese estilo que tanto te gusta y da el paso hacia lo que amas!
- No te retengas, porque esto es lo que más estresa a la mente. Si hemos dicho que nuestra casa es nuestro refugio, ¿qué menos que este contenga un estilo, un color y unos muebles que vayan con nosotros? ¿Qué más da los demás? ¡Eres tú quien va a vivir allí!
- Crea ese espacio con el que siempre habías soñado en ese espacio inservible. Porque si, por ejemplo, siempre has soñado con una sala de lectura, un gimnasio, o un taller, ¡basta con hacer una pequeña remodelación y un nuevo planteamiento de tu hogar! Es tu casa, es tu refugio… y te lo mereces.
- Y, por último: consulta a un profesional del diseño interior, como Sergio Nisticò – Interior Designer. Tal vez, si le cuentas tus ideas y tus gustos a una persona que tenga una amplia gama de posibilidades y muchos años de experiencia en el sector, te ayuda a expandir tus horizontes y te redescubre un estilo y unas técnicas por completo desconocidas para ti. No, no te estamos aconsejando que te dejes influenciar por un especialista, sino que te apoyes en él. Un especialista nunca va a imponer su voluntad sobre ti, pero sí que te va a dar muchas posibilidades y ejemplos diferentes de cómo lo que te gusta puede quedar mucho mejor con otras opciones que ni siquiera te habías planteado con anterioridad. A esto se le llama asesoramiento, y a veces resulta realmente imprescindible para no volverte tú loca mirando revistas, muebles, colores… sin que te vaya a explotar la cabeza. ¡Porque son muchas cosas las que hay que mirar!